martes, 7 de agosto de 2007

23.- Fidelidad y ruptura matrimonia


23.- Fidelidad y ruptura matrimonial, Mal 2:10-15


Malaquias denuncia el matrimonio con mujeres extranjeras que adoraban a otros dioses y el divorcio de la primera esposa, aunque la ley de Moisés permitía este (Dt 24:1). Actualmente, la Iglesia Católica acepta matrimonios mixtos, pues todos somos hijos del mismo Padre, pero continua exigiendo el amor conyugal exclusivo y prohibiendo el divorcio.


Cuando la vida de una pareja está marcada por la violencia, la falta de respeto, la carencia de amor y la infidelidad, la Iglesia Católica permite que los esposos separen su vida, sus asuntos y su vivienda. En estos casos, aprueba el divorcio civil para salvaguardar los derechos civiles de los cónyuges y de los hijos.


En la Iglesia Católica, el divorcio religioso no existe, por eso las personas separadas no pueden casarse de nuevo. (Ver también Mt 5:31-32).


Cuando las condiciones humanas y religiosas para celebrar el sacramento del Matrimonio no se dieron, la Iglesia declara nulo el vínculo matrimonial religioso. Esto significa que no hubo sacramento y que cada persona puede celebrarlo con otra pareja.



Si algún día te encuentras ante una situación matrimonial grave, con confianza consulta al tribunal matrimonial de tu diócesis. Ahí te ayudarán a discernir el mejor camino que debes de seguir.

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