jueves, 30 de agosto de 2007

36.- Reunidos en el más grandioso banquete


36.- Reunidos en el más grandioso banquete, Lc 22:14-23




Lee Lucas 22:14-20. Jesús instituyo la Eucaristía cuando celebró la cena pascual con sus discípulos la noche antes de morir, como memorial adelantado de su muerte y resurrección, dando así plenitud al significado de la pascua judía. Ver “la pascua judía y la pascua cristiana”, Ex 12:33-51, y “la Eucaristía, un memorial a celebrar con dignidad”, 1 Cor 23-26


La palabra Eucaristía quiere decir, “acción de gracias”. Los católicos celebramos el sacramento de la Eucaristía reunidos alrededor de la mesa, el altar, para revivir la pascua del Señor con alegría y gozo, y darle gracias por la vida nueva que nos da. Este sacramento es la fuente y la cima de toda vida cristiana.

A la Eucaristía la llamamos “misa” porque nos alimenta para cumplir nuestra misión. Al celebrarla, leemos nuestra historia como pueblo de Dios, recordamos los grandes prodigios que han hecho por nosotros y escuchamos su llamado a corresponder a su amor. Ofrecemos el pan y el vino, que se convertirán en el cuerpo y sangre del Señor, entregados en sacrificio para salvación de la humanidad. Nos acercamos al banquete para compartir con la comunidad el pan y la copa de vida que Jesús nos ofrece.




Cuando faltamos a la mesa del sacrificio y celebración y no debilitamos espiritualmente no recibimos las bendiciones y fuerza que nos da la Eucaristía. También sufre la comunidad cristiana y la sociedad, porque al no alimentarnos de Cristo es más difícil que cumplamos nuestra misión.


35.- El vía crucis

35.- El vía crucis, Mc 15




Vía crucis quiere decir “camino de la cruz”. Es una oración que se hace caminando, y que consiste en recorrer los cuadros alusivos a la pasión de Jesús. Nos ayuda a valorar su entrega redentora, a ver la historia como participación e su camino doloroso y a solidarizarnos con su sufrimiento; y el de nuestros/as hermanos/as. Se originó en Jerusalén, donde los peregrinos seguían el recorrido que hizo Jesús hasta el Gólgota, lugar de crucifixión.




El vía crucis que aquí se presenta tiene un enfoque pascual basado en catorce pasajes del evangelio; empieza con la Ultima Cena y concluye con la resurrección.


1.- La Última Cena (Mt 26:20-29)

2.- Agonía del huerto (Lc 22:41-16)

3.- Arresto de Jesús ( Mt 26:47-56)

4.- Ante el Sanedrín o Consejo de ancianos ( MC 14:53-65)

5.- Negación de Pedro ( Jn 18:15-18)

6.- Proceso ante Pilato (Jn 18:28-38)

7.- Azotado y coronado de espinas ( Mc 15:15-19)

8.- Interrogatorio y pena de muerte ( Mt 27:12-15,26)

9.- Simón de Cirene y las mujeres ( Lc 23:26-32)

10.- Crucifixión de Jesús ( Mc 15:22-30)

11.- Palabras de Cristo ( Lc 23:33-34, 39-46)

12.- Muerte de Jesús ( Jn 19:31-34)

13.- Sepultura ( Lc 23:50-56)

14.- Tumba vacía y anuncio de resurrección ( Mc 16:1-8, 14-15)

miércoles, 29 de agosto de 2007

34.- Los sacramentos: vida nueva, celebración y compromiso


34.- Los sacramentos: vida nueva, celebración y compromiso, Mc 14:22-25




¿Por qué son importantes los sacramentos? ¿ Por que debemos recibirlos?

La Eucaristía es el centro y culmen de nuestra vida sacramental, por eso la Iglesia nos pide que participemos en ella cada semana.

Los sacramentos no son una obligación sin sentido, sino un medio para recibir la nueva vida que nos trajo Jesús. La palabra sacramento, del latín sacramentum, significa “juramento de alianza sagrada” o “consagración a una causa”. Los sacramentos tienen su fundamento en la Sagrada Escritura. son signos eficaces de nuestra alianza con Dios, medio para revivir el misterio pascual, instrumentos de la acción transformada de dios (gracias) y signos de nuestra respuesta a su amor.


Jesús es bautizado en solidaridad con los pecados y envía a sus discípulos a bautizar; da de comer a sus discípulos su propio cuerpo y sangre, y les envía el Espíritu Santo. La iglesia bautiza a los nuevos cristianos, celebra la Eucaristía y reconoce la unción con el Espíritu Santo. En estos y otros hechos se fundamentan los sacramentos de iniciación a la vida cristiana, que son:

· Bautismo: ver “nacidos a una nueva vida”, Rom 6:1-23

· Eucaristía: ver “reunidos en el más grandioso banquete”, Lc 22:14-20

· Confirmación: ver “recibe el sello del Espíritu Santo”, Hch 2:1-4

Los evangelios muestran a Jesús perdonando y curando, signos de la llegada del reino de Dios. Él mismo encomendó esta misión a sus apóstoles, la cual continua la iglesia a través de los sacramentos de curación, que son dos:

  • Reconciliación: ver “al perdonar, Dios cierra sus ojos al pecado”, Jn 20:22-23
  • Unción de los enfermos: ver “alivio y fortaleza para los enfermos”, Sant 5:14

Jesús confió a sus discípulos la misión de extender el reino de Dios, desde su comunidad de fe a través del servicio. El sacramento del Orden consagra para esta misión como pastor de la iglesia, y el sacramento del Matrimonio consagra la alianza mutua de los cónyuges, para vivir cristianamente como pareja o familia. Ambos se conocen como sacramentos de misión o servicio:

  • Orden sacerdotal: ver “Pastores y servidores de la iglesia”, 1 Tim 5:17-22
  • Matrimonio: ver “consagrados a una doble alianza de amor”, Ef 5:21-33

sábado, 25 de agosto de 2007

"No te sientes en la ventana" de Andres Arango



El libro de los Hechos de los Apóstoles es fascinante en narrarnos las maravillas que Dios obraba en las primeras comunidades cristianas. Lucas, el autor de este libro nos presenta de una manera extraordinaria el moverse del Espíritu Santo en cada uno de las personas que se dejaban conducir por El. Uno de los principales personajes en el libro de los Hechos, es el apóst
ol Pablo, el cual siendo un terrible perseguidor de cristianos, después de experimentar un encuentro personal con Jesús en el camino a Damasco, empieza una nueva vida entregada por completo a proclamar la Buena Nueva. Pablo, un hombre lleno del Espíritu Santo realizó grandes prodigios en el nombre poderoso de Jesús.
En este artículo quiero concentrarme en un pasaje del libro de los Hechos, que nos narra una historia que parece graciosa, divertida, pero con una gran enseñanza espiritual para cada uno de nosotros. Aquí uno de los personajes de la historia es Pablo y el otro un joven llamado Eutico. Voy a ir contando poco a poco la historia junto con la enseñanza espiritual, pero el texto completo lo puedes encontrar en el libro de los Hechos de los Apóstoles capítulo 20, versículos 7 al 12.

Resulta que Pablo estaba compartiendo la Palabra de Dios, pero su predicación se alargó. Eutico estaba sentado en el borde de la ventana, el sueño lo venció y el joven se cayó del tercer piso donde estaban reunidos. Analizando la actitud de Eutico, resulta que él estaba sentado en la ventana, es decir estaba a ratos adentro de la casa y a ratos afuera. Seguramente en momentos que la conversación de Pablo estaba interesante lo escuchaba con atención, pero en otros momentos se distraía y miraba por la ventana qué estaba pasando afuera en la calle. Tal vez nosotros somos “Euticos” y “Euticas” que a ratos estamos bien felices escuchando a Dios y gozándonos en su mensaje de amor, pero en otros momentos estamos “felices” distraídos en los placeres pasajeros que nos presenta el mundo.

Este texto bíblico está lleno de profundos signos espirituales, dice que el cuarto donde estaban reunidos estaba lleno de lámparas, es decir había mucha luz, además estaban en la fracción del pan, expresión usada para referirse a la Eucaristía. Sabes en ese lugar estaba la Palabra y el Pan Vivo que es el mismo Jesús, nuestro Dios, nuestro Salvador, nuestro Señor. Y donde esta Jesús hay luz, trayendo gozo, alegría, paz y amor. Pero sabes era medianoche cuando Eutico se cayó, es decir, afuera estaba oscuro porque era de noche; así pasa cuando nos deleitamos en los placeres falsos del mundo, ahí afuera hay oscuridad, la cual trae, engaño, miedo, mentira, tristeza. Eutico unos momentos estaba en la luz y otros en la oscuridad. ¿Dónde estamos nosotros? ¿Será que nos gusta sentarnos en la ventana como Eutico? ¿A ratos en la luz? ¿Y en otros en las tinieblas? ¿Sabes que le pasó a Eutico? se murió! porque cayó para afuera de la ventana y no para adentro. Hoy es nuestra decisión, si queremos seguir siendo tibios (Apocalipsis 3,16) y seguramente caeremos hacia afuera muertos como Eutico o por el contrario si tomamos hoy una decisión radical con la gracia del Espíritu Santo y entregamos nuestra vida por completo sin restricciones a nuestro amado Jesús.

Te imaginas el susto de Pablo, al ver que Eutico se cayó por la ventana. Pablo paró su discurso. Me lo imagino corriendo por las escaleras hasta abajo y ve a Eutico muerto. Pero Pablo con el poder de Jesús se acerca a él, lo toma en los brazos y lo resucita. Sabes, tal vez muchas veces estamos muertos, hoy hay muchas personas que parecen vivas pero interiormente están muertas, ¿Tal vez es ese tu caso? ¿Ya estas tirado muerto en el piso como Eutico por las muchas oscuridades del mundo que te han vencido? Sabes una cosa, Pablo resucitó a Eutico con el Poder de Jesús que está vivo.


Ese mismo Jesús hoy está en medio de nosotros, nuestro Dios no está muerto, está vivo!!!. Hoy Jesús te quiere resucitar, y al igual que al joven del evangelio te dice: “Joven, a ti te digo: levántate.” (Lucas 7,14) Jesús no quiere que estés tirado, al igual que el cadáver de Eutico, en el piso, El quiere darte vida y vida en abundancia (Juan 10,10). Déjate en este momento de tu vida abrazar por Jesús y El, que es la Vida, te resucitará. Al igual que las personas que vieron a Eutico vivo se consolaron, así también la alegría de una vida nueva para ti, será gozo para muchas personas que te rodean, tu familia, tus amigos los cuales a través de ti conocerán el poder amoroso de Jesús.


Finalmente, no te sientes más en el borde de la ventana. Siéntate siempre en la presencia del Amor de los amores. No tengas miedo, entrega tu vida por completo a Jesús. Caminemos en la Luz que es el mismo Cristo y no en las tinieblas, así vamos a poder disfrutar desde ahora la vida plena y no las pequeñeces que nos presenta el mundo. Vivamos en la Palabra que es el mismo Jesús y participemos de lleno con todo nuestro corazón en la fracción del pan, el gran regalo de la Eucaristía, tal como lo hizo Pablo y seguramente Eutico también después de su resurrección y veremos como nuestra vida estará llena del amor, gozo y paz que solamente nuestro amado Jesús sabe dar.

33.- La transfiguración


33.- La transfiguración, Mc 9:2-8




Los anuncios de la pasión, muerte y resurrección de Jesús dejaron a los discípulos confusos y con miedo (Mc 8:31-32; 9:32; 10:32). Jesús, además de instruidos sobre el sentido de estos acontecimientos, concedió a sus discípulos mas cercanos una experiencia extraordinaria.




Lee Marcos 9:2-13. Observa cómo se transfiguro en una figura gloriosa y anticipo su victoria sobre la muerte. Escucha la voz del Padre confirmando la identidad de Jesús según las expectativas judías. Nota cómo, en su conversación con Moisés y Elías, señalo que en él se cumplían las promesas en la ley y los profetas, que ellos dos representaban.

Esta profunda experiencia nutrió la fe y fortifico la esperanza de sus discípulos, pero solo pudieron entender su significado después de la resurrección. La transfiguración es como un alto en el camino, una fuerza para seguir adelante (Ver Mt 17:1-13). En la Iglesia Católica celebramos la transfiguración de Jesús el 6 de agosto, cuarenta días antes de la fiesta del Triunfo de la Santa Cruz.


32.- Cumplimiento de la nueva alianza, Mt 26:26-29




La alianza del Antiguo Testamento expresa la relación entre Dios y el pueblo de Israel, a partir de las promesas mutuas selladas con la ley de Moisés y fortificadas con el culto a Dios. Esta alianza fue rota y renovada varias veces, y los profetas anunciaron una nueva alianza con la ley inscrita en el corazón, que superaría la antigua (ver “Una alianza diferente”, Jr, 31:31-34).

La cena de despedida, al entregar el pan y el vino a sus discípulos, Jesús da un significado especial a este gesto. Sus palabras resumen su vida y su misión, e interpretan el sentido de su muerte: la sangre que derramará en la cruz sella la nueva alianza anunciada por los profetas, la cual es fuente de salvación para quien la acepte.

Al compartir el pan y el vino en la Eucaristía, celebramos y renovamos la nueva alianza, en unión con el sacerdote, quien representa a Cristo. La próxima vez que respondas Amén al ir a comulgar renueva tu relación con Dios diciendo: “¡Señor mío y Dios mío!”.




31.- Misión de Pedro y sus sucesores


31.- Misión de Pedro y sus sucesores, Mt 16:13-20




¿Qué le contestarías a Jesús si te preguntará: según tú, “¿Quién soy yo?” ( Mt 16:15).

Jesús se alegro cuando Simón le respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (v. 16). Ante esta respuesta de fe, Jesús le declara su misión de ser la roca sobre la que establecerá la iglesia o nuevo pueblo de Dios. Poco después de recibir esta misión, Pedro quiere evitar que Jesús sufra la pasión; Jesús lo reprime severamente por su poca fe (V.23). A pesar de esto, Jesús mantuvo firme la misión encomendada a Pedro.




Los sucesores de Pedro –a quienes llamamos papas o pontífices- tienen la misión de ser piedra sobre la que Cristo edifica su iglesia, y están llamados a ser signo visible de la unidad, autoridad y servicio en la comunidad eclesial. Ver Jn 21.




La historia ha mostrado a los papas como fundamento de la iglesia y también como causa del escándalo, pero sus grandes pecados no la han destruido, pues esta sostenida por Cristo. Ora siempre por el liderazgo de nuestra Iglesia. Agradece todas sus buenas obras, y cuando fallen, pide con más fuerzas por ellos

viernes, 10 de agosto de 2007

30.- Matrimonio indisoluble, no divorcio


30.- Matrimonio indisoluble, no divorcio, Mt 5:31-32




Seguramente conoces a jóvenes que se casan y pronto se divorcian. Son muchas las causas: egoísmo, relaciones superficiales, inmadurez psicológica, infidelidad sexual, falta de compromiso, evasión de la responsabilidad… Todas indican falta de un amor maduro y cristiano.




Jesús nos enseña a vivir la ley del amor, inscrita por Dios en nuestro corazón para que podamos amar en las buenas y en las malas; en la salud y en la enfermedad, como se promete al recibir el sacramento del Matrimonio. Por fidelidad a este amor y al mensaje de Jesús, la iglesia considera indisoluble el matrimonio y no otorga este sacramento a las personas divorciadas.




Recuerda que el amor se expresa tanto en acciones pequeñas como en actos heroicos. ¿Cómo te preparas para el Matrimonio? ¿Sabes superar el egoísmo para hacer feliz a las personas con quien convives? ¿Te mantienes casto en tus relaciones? ¿Cumples tus compromisos y responsabilidades aunque implique sacrificio de tu parte?

29.- El hijo de Dios es el único hijo de María


29.- El hijo de Dios es el único hijo de María, Mt 1:18-25




Dios elige a María y a José para darle una familia a Jesús, quien fue concebido en María por obra del Espíritu Santo. Lee la elección de José en Mateo 1:18-24 y la de María en Lucas 1:26-38, e identifica sus elementos comunes: la intervención de un ángel, mensajero de Dios; la revelación de la maternidad de María por obra del Espíritu Santo; el nombre de Jesús que significa “Dios salva”, y la aceptación del plan de Dios por ambos.


Mateo ve en el misterio de la Encarnación de Jesús el cumplimiento de la profecía mesiánica del Emmanuel, que significa “Dios con nosotros”. La virginidad de María realza la obra de Dios y la identidad de Jesús, quien tiene la naturaleza divina de su Padre y la naturaleza humana de su madre.




La Iglesia Católica fundamenta su fe en la concepción virginal de Jesús en estos relatos de Mateo y Lucas. Los pasajes sobre los hermanos de Jesús no se refiere a hermanos de sangre, hijos de María (Mt 12:46-55, Mc 3:31-35 y otros). En hebreo, como en las otras lenguas semíticas, el termino hermano se usa también para los primos y tíos, incluso actualmente

miércoles, 8 de agosto de 2007

28.- Alabanza y sacerdocio bautismal



28.- Alabanza y sacerdocio bautismal, Eclo 42:15 - 43:31




La tercera sección del Eclesiástico presenta la creación como expresión de la sabiduría de Dios. Lee Eclesiástico 42:15 – 43:26. Observa el llamado a glorificar al Señor. Todas las criaturas son maravillosas, obedecen a su creador en todo momento, se mantienen firmes y no abandonan su puesto, por eso lo glorifican en todo tiempo. La invitación a alabar al Señor siempre es a nosotros, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, ricos y pobres (Eclo 43:27-33).




A nosotros nos toca alabar a Dios con nuestras obras y consagrar el mundo a él, Los animales y el resto de la creación alaban a Dios sólo por ser criaturas de Dios. Nosotros tenemos una misión más grande y activa: alabamos a Dios ofreciéndole intencionalmente el mundo, nuestra vida, nuestros esfuerzos y trabajo.




El bautismo nos capacita, nos mantiene firmes sin abandonar nuestro pecado y nos compromete a dar culto a Dios obedeciendo a nuestro Creador. Así, ejercemos nuestro sacerdocio laical: unidos a Cristo alabamos a dios al santificar nuestras familias, la educación, el mundo laboral, los servicios de salud, las finanzas, política. ¡Cómo cambiaria el mundo si todos alabáramos a Dios al asumir nuestro compromiso cristiano!

27.- Nuestra fe en la vida futura


27.- Nuestra fe en la vida futura, Ecl 9:5




Es común asumir que los antiguos israelitas creían en la vida después de la muerte; sin embargo, no era así. Qohélet refleja la creencia de su tiempo al afirmar que toda la vida termina con la muerte (Ecl 9:5).




La revelación de la vida futura con Dios empezó a surgir en el siglo II a. C. (Ver 2 Mac 12:43-46). Para los cristianos, quienes centramos nuestra fe en la resurrección de Jesús, esta creencia mantiene viva nuestra esperanza y da sentido a la vida. Por eso terminamos el Credo –nuestra profesión de fe- diciendo: “Creo en la resurrección de los muertos y en la vida del mundo futuro. Amén”.




Cuando salga Dios a recibirte para la vida futura, ¿Cuáles con las tres obras que quisieras entregarle en reciprocidad por haberte dado la vida?

26.- Éste es el día del Señor


26.- Éste es el día del Señor, Sal 118




Este himno de acción de gracias tiene una resonancia muy fuerte para los católicos. Lo proclamamos cada año en la temporada pascual y cantamos constantemente “Éste es el día en que actúo el Señor, festejemos y alegrémonos con el” (Salmo 118:24-25). Identifícate con lo sentimientos de Jesús al orar con él y, con los de todos los cristianos, al vivir el triunfo de Jesús sobre la muerte:




  • Canta con Jesús que Dios es bueno y su amor es eterno.
  • Refúgiate en manos del Padre como hizo Jesús ante las pruebas.
  • Siente la fuerza del Padre, quien alentó a Jesús ante sus enemigos.
  • Transforma las agresiones que sufres en actos de amor, para triunfar como Jesús sobre el mal.
  • Entrega tu vida al Padre agradecido/a que te escucha y consciente de que si sigues sus caminos gozarás de su presencia…
  • Haz fiesta porque, al vencer el pecado y la muerte, Jesús alcanzó para ti una vida nueva para siempre…

Cada vez que proclames este himno en el tiempo pascual, repite la experiencia de hacerte solidario con Jesús y su misterio de salvación, Únete a Jesús que bendice, alaba y da gracias a su Padre.

25.- La salvación esta cerca


25.- La salvación esta cerca, Sal 85:10-11






Los católicos cantamos el Salmo 85 durante el Adviento, la etapa de preparación a la llegada del Salvador. Exclamamos junto con el salmista: “¿No vas a devolvernos la vida, para que tu pueblo se alegre en ti? Muéstranos, Señor, tu amor y danos tu salvación” (v. 7-8). Afirmamos nuestra esperanza en el Mesías, unida al anhelo de paz, fidelidad, salvación y justicia, al proclamar que la “fidelidad surge de la tierra, y la justicia se asoma desde el cielo” (V. 12).




El mensaje profético de este salmo se cumple con la llegada de Jesús, nacido de la fidelidad radiante de María, quien surgió de la tierra, enviada como don del cielo por el gran amor de Dios hacia su pueblo. ¿Qué necesitas hacer en tu vida diaria para que surjan en ti el amor y la fidelidad, la justicia y la paz? ¿Puede darse esto si no das a la oración tiempo, silencio, atención y disponibilidad?

martes, 7 de agosto de 2007

24.- Esperanza en la desesperación,

24.- Esperanza en la desesperación, Sal 22








El Salmo 22 profetiza la pasión de Jesús, por lo que se cita varias veces en los evangelios. Los católicos oramos con él en la liturgia del Domingo de Ramos y del Viernes Santo.

Para comprender mejor su espíritu, lee atentamente Mateo 27:45-50; al hacerlo, percibirás palabras de desesperación en boca de Jesús. Después, lee el Salmo 22, y veras que en realidad Jesús, lleno de confianza, ora a su Padre.




Observa cómo la primera parte del salmo es una lamentación del “siervo del Señor” (Ver Is 52:13 - 53:12), con muchos detalles proféticos que se cumplen en Jesús: la vergüenza del suplicio (Sal 22:7), la sed por la deshidratación (v.16), los miembros dislocados (v.15), los insultos y burlas de los enemigos (v.8), las manos y pies taladrados (v.17), y el sorteo de su ropa (v.19).




Después fíjate en las palabras de confianza inquebrantable que contiene la segunda parte: “tú, Señor, no te quedes lejos” (v.20), “te alabaré en medio de la asamblea” (v.23), “Sólo ante él [Señor] se postrarán” (v.30).




Por último, pausadamente entona este salmo ante un crucifijo. Cada vez que un verso resuene en tu interior, contempla a Cristo unos minutos y deja que la palabra de Dios penetre en el fondo de tu corazón.



23.- Fidelidad y ruptura matrimonia


23.- Fidelidad y ruptura matrimonial, Mal 2:10-15


Malaquias denuncia el matrimonio con mujeres extranjeras que adoraban a otros dioses y el divorcio de la primera esposa, aunque la ley de Moisés permitía este (Dt 24:1). Actualmente, la Iglesia Católica acepta matrimonios mixtos, pues todos somos hijos del mismo Padre, pero continua exigiendo el amor conyugal exclusivo y prohibiendo el divorcio.


Cuando la vida de una pareja está marcada por la violencia, la falta de respeto, la carencia de amor y la infidelidad, la Iglesia Católica permite que los esposos separen su vida, sus asuntos y su vivienda. En estos casos, aprueba el divorcio civil para salvaguardar los derechos civiles de los cónyuges y de los hijos.


En la Iglesia Católica, el divorcio religioso no existe, por eso las personas separadas no pueden casarse de nuevo. (Ver también Mt 5:31-32).


Cuando las condiciones humanas y religiosas para celebrar el sacramento del Matrimonio no se dieron, la Iglesia declara nulo el vínculo matrimonial religioso. Esto significa que no hubo sacramento y que cada persona puede celebrarlo con otra pareja.



Si algún día te encuentras ante una situación matrimonial grave, con confianza consulta al tribunal matrimonial de tu diócesis. Ahí te ayudarán a discernir el mejor camino que debes de seguir.

22.- La excelsa hija de Sión


22.- La excelsa hija de Sión, Sof 3:14-20






Cuando Sofonías habla de la hija de Sión, se refiere a Jerusalén , que será bendecida con la salvación de Dios. La tradición católica ha dado a Maria el titulo de “excelsa hija de Sión”, pues la salvación en Jesús llego a través de ella.



Los católicos reconocemos a María como intercesora ante Cristo, madre de la comunidad eclesial y signo por excelencia del valor de la mujer ante Dios. Su presencia en la misa y la ofrenda del sacrificio eucarístico en comunión con ella conmemoran su “sí” a Dios, que hizo posible el misterio de Jesús (Lc 1:38).




Cada misa, pide a María que te acerque a Jesús y ¡alégrate porque a través de ella el Señor está contigo!.





21.- Raíces proféticas de la “Doctrina social de la Iglesia”


21.- Raíces proféticas de la “Doctrina social de la Iglesia”, Am 8:4-8






El ideal de la cooperación entre dios y la humanidad para construir una sociedad de paz, justicia y amor existe desde el Pentateuco (Gen 1:27-31; Dt 24:14-15). Pero son los profetas, en especial Amós, quienes especifican el ideal social y ponen las raíces de la “Doctrina Social de la Iglesia” (Is 58; Jr 7:4-11; Sof 2:3). Santiago, en su carta, insiste en varios aspectos relacionados con la justicia social.




Jesús iluminó y fortaleció estas raíces proféticas, y el Espíritu Santo ha guiado a la comunidad cristiana para articular y fomentar la aplicación de dicha doctrina. Así se han generado valiosos esfuerzos para promover la dignidad personal y los derechos humanos; trabajar por la libertad, la igualdad radical y el respeto a la diversidad; buscar el bien común mediante el ejercicio apropiado de la autoridad, etc.




¿Qué ideal, de los mencionados en el párrafo anterior, te da mas energía para luchar por el?, ¿Por qué? ¿Qué puedes hacer ahora de joven y cuando seas adulto para colaborar a que haya justicia en tu país?

Un punto de Vista sobre la Adoración

Ajeno pero no tanto, Por Jon Carlo. Quisiera comenzar contándoles que aparte de músico, soy un fiel adorador y que mi canto no sería suficiente si no estuviese acompañado de la adoración .


Muchos se preguntaran : ¿Que es la adoración? La adoración es la mas fuerte expresión de agradecimiento y es la mas auténtica oración que podemos ofrecer a Dios.


Si lees el salmo 18 podrás darte cuenta de las palabras que usa el salmista para dar culto de adoración a Dios.David autor de este salmo, cuando se trataba de adorar a nuestro Señor, no dejaba nada a la imaginación.



En la adoración inclinamos o bajamos la cabeza en señal de respeto. Es sumamente importante que involucremos nuestros cuerpos y nos dejemos guiar por nuestro corazón, para que en perfecta afinación con nuestra mente adoremos a Dios. Muchas veces nos sentimos motivados a alzar nuestras manos, doblar nuestras rodillas y postrarnos ante la presencia del amado, rindiendo de ésta manera, toda nuestra vida.





Algo que sucede cuando adoramos a nuestro Dios, es que a medida que lo vamos haciendo y nos vamos entregando a Él, recibimos su bendición. Nosotros no adoramos para ser bendecidos, sino para ser agradables a Dios, sin embargo, Él que nos ama tanto responde a nuestra adoración saciando nuestras necesidades, dándonos de su presencia y alimentándonos con su poder.


Y tu como adoras a Dios?

Le cantas, lo alabas oracion?


Ya usen ese link que se encuentra abajo que dice "comentarios" no necesitan estar registrados

viernes, 3 de agosto de 2007

20.- Miércoles de ceniza


20.- Miércoles de ceniza, Jl 2:12-17


La primera lectura en la liturgia del Miércoles de Ceniza es Joel 2:12-17, al iniciar la Cuaresma cada año. La imposición de la ceniza es un sacramental instituido por la Iglesia Católica como signo de carácter penitencial de la Cuaresma, y tiene sentido sólo si va acompañada de una conversión sincera y real (ver también Mt 6:16-18).


Lee lo que dice Joel, te impresionará su lenguaje fuerte, variado y motivador. Al igual que otros profetas y después Jesús, Joel llama a la conversión del corazón que lleva al arrepentimiento y al cambio de vida.


¿Cuándo son engañosos los actos penitenciales? ¿A quién engañan, a ti o a Dios? ¿Por qué?

19.- Celebración penitencial comunitaria


19.- Celebración penitencial comunitaria, Bar 1:15-22




Baruc, el profeta de las lamentaciones litúrgicas, dirige la oración de una asamblea reunida para reconciliarse con Dios. ¡Qué saludable es confesar nuestros pecados y reconocer abiertamente nuestro espíritu “rebelde” y nuestra “estupidez”! (Bar 1:19)


La Iglesia Católica realiza dos tipos de actos penitenciales comunitarios:

  • Las celebraciones comunitarias son las más frecuentes. Tienen lugar como la preparación de grandes fiestas, durante las peregrinaciones, congresos y otros eventos. En ellas proclamamos y meditamos la palabra de Dios; reconocemos que sólo Dios es santo, que hemos pecado y que necesitamos conversión; pedimos perdón juntos y hacemos una breve confesión personal, pues varios sacerdotes oyen confesiones simultáneamente.
  • En casos excepcionales, la Iglesia acepta la confesión y absolución general, pero sólo recibe la absolución quien esta arrepentido, pues el arrepentimiento y la conversión son esenciales en el sacramento de la reconciliación. En estos casos, las Personas deben confesar sus pecados graves cuando puedan hacerlo.

18.- Una alianza diferente


18.- Una alianza diferente, Jr 31:31-34


Este pasaje es una de las joyas del Antiguo Testamento. Fue escrito para dar esperanza a Jerusalén cuando fue destruida por Babilonia.




La alianza del Sinaí fue renovada varias veces con Josué, David, Josías y Nehemías. Ahora Jeremías anuncia esta “nueva alianza” con la ley grabada en el corazón, sellada por el perdón de Dios y fortificada para proyectar el amor de Dios a través del nuestro ( Jr 31:33-34). La primera alianza, en el Sinaí, fue escrita en dos tablas de piedra. En la nueva alianza Dios transformará los corazones de piedra en corazones de carne, capaces de compadecerse de los pobres y sentir como Dios siente.




Jesús cumplió esta profecía con su muerte y resurrección, y celebró la nueva alianza anticipadamente en la Última Cena con sus discípulos. Los católicos la revivimos una y otra vez en la Eucaristía, unidos a sus discípulos de toda época y lugar. ( ver también Mt 26:26-29)




Cuando comulgues recuerda esta alianza de Dios contigo y con los otros miembros de la iglesia, y piensa: ¿es el amor de Dios el que dirige nuestros sentimientos, actitudes y acciones?

jueves, 2 de agosto de 2007

17.- Contrición


17.- Contrición, Jr 31:18-20




Jeremías llama a su pueblo a arrepentirse de su pecado y regresar a Dios. Los católicos llamamos “contrición” a esta acción que nace del amor, pues solo este genera dolor por haber ofendido y el deseo sincero de no volver a hacerlo. Piensa en la persona a quien mas quieres; ¿qué sientes cuando le haces daño sin darte cuenta…y cuando la hieres consciente e intencionalmente? ¡Es horrible! , ¿No?


En el sacramento de la Reconciliación hacemos un acto de contrición para expresar el dolor por nuestras ofensas y el deseo de no pecar más. En la misa, al pedir perdón en el “Yo confieso”, imploramos la intercesión de María, los ángeles, los santos y nuestra comunidad.


Jeremías hace una breve oración de contrición “hazme regresar a ti y yo regresaré, porque tú eres el Señor, mi Dios” ( Jer 31:18). Escribe tu propia oración para usarla cuando quieras reconciliarte con Dios, quien espera tu regreso lleno de ternura y alegría.

16.- El siervo doliente


16.- El siervo doliente, Is 52:13 - 53:12


El ultimo poema del siervo del Señor se aplica a la pasión y pascua de Jesús ( Mt 3:17; Lc 4:17-21; Hch 8:32-33). Los católicos lo meditamos cada Viernes Santo, unidos a la iglesia universal. Es Cristo Jesús, siervo inocente, quien “entrega su vida como expiación, verá su descendencia, tendrá larga vida y, por medio de él, prosperaran los planes del Señor” (Is 53:10).


¿Por qué tenía que sufrir el Hijo amado? Por que el amor, el gozo, la gloria y el dolor brotan de la misma fuente. Basta con ver a unos padres ante su hija moribunda.

Al decir que ha llegado la hora de morir como el trigo, Jesús anuncia la cercanía de su pasión y su gloria (Jn 12:23). Mas tarde, Jesús explica como se relacionan el dolor y la gloria con la imagen de los dolores de parto, presagio de una nueva vida, fruto del amor (Jn 16:21).


¡El dolor de Jesús no es estéril! Mira con nuevos ojos el crucifijo: árbol sin hojas que presagia el verdor de la primavera. Que tu asombro no sea por el dolor, sino por la intensidad del amor… Y, cuando te encuentres con el dolor, no lo rehúses: debilitarías tu potencial de crecer en el amor. Une tu dolor a Jesús, quien en la humillación encontró el triunfo; en el dolor halló el gozo, y en la cruz alcanzó la gloria.


Padre bueno con corazón de madre, no entiendo ni me gusta el dolor. Me abandono a tu amor y confío en tu sabiduría para que sepa vivir el amor y el dolor como tu hijo Jesús, el siervo del Señor.