lunes, 18 de julio de 2011

51.- Permanezcan firme en la Tradición, 2 Tes 2:15


51.- Permanezcan firme en la Tradición, 2 Tes 2:15

Antes de escribirse las cartas bíblicas, ya existía una tradición de fe en las comunidades cristianas, con creencias, costumbres religiosas y un estilo de vida según las enseñanzas de Jesús a la luz del Espíritu Santo. Tradición viva eclesial, anterior a la palabra escrita inspirada por Dios, suele conocerse como Tradición, “T” mayúscula, para diferenciarla de las tradiciones religiosas populares.

Los católicos consideramos que la Tradición y la Sagrada Escritura son dos pilares de la verdad de Dios, manifestadas en la vida, muerte y resurrección de Jesús. Nuestra fe se basa en las dos y ambas nos ayudan a ser fieles a Jesucristo y a colaborar en su misión.

Las costumbres y tradiciones, como las devociones y las expresiones de religiosidad popular o de piedad familiar, muchas veces encarnan y popularizan una verdad de fe. Por ejemplo, las fiestas de los santos patronos son expresiones culturales de la fe en la comunión de los santos y enriquecen la iglesia universal.

Las costumbres y tradiciones populares son validad si ayudan a conocer a Cristo, a relacionarnos con Dios y a producir los frutos del Espíritu: alegría, amor, paciencia, autodominio, etc. Si no llevan a esto, necesitan ser revisadas o puestas en un nuevo contexto.

La Tradición está en el centro de la fe. Las tradiciones pueden ser marginales a la fe y deben ser purificadas de elementos que contradicen el evangelio de Jesús.



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