lunes, 30 de julio de 2007

7.- Un pueblo consagrado


7.- Un pueblo consagrado Dt 7:6

Al elegir a Israel, dios no se fija en las cualidad y defectos de la gente. Simplemente elige y proclama “Tú eres un pueblo consagrado al Señor tu Dios” ( Dt 7:6). Consagrar implica “hacer sagrada una cosa, separándola y reservándola para Dios”

Si el pueblo de Israel fue consagrado para Dios, con mayor razón lo hemos sido quienes hemos sido bautizados, pues el Espíritu Santo que habita en nosotros nos ha llenado de Dios. Por eso los bautizados recibimos el nombre de laicos, que quiere decir “pueblo”. Somos el nuevo pueblo de Dios, consagrado a él para dos cosas muy importantes: vivir en comunión de amor con Dios y nuestros hermanos, lo que supone separarnos de todo lo que contradiga el amor, y participar de la misión sacerdotal, profética y real de Jesucristo para hacer presente a Dios en la vida de mucha gente.

¡Vale la pena haber sido consagrados a Dios! ¿ no crees?

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