martes, 31 de julio de 2007

12.- El cuerpo en oración


12.- El cuerpo en oración, Jdt 9:1

Judit se postró rostro en tierra para orar y se puso cenizas en la cabeza como signo de arrepentimiento. Somos cuerpo y espíritu, y nos comunicamos con Dios mediante palabras, gestos y movimientos. Los católicos acostumbramos usar cuatro posturas del cuerpo para orar. Aprende a orar cambiando de postura y notaras la diferencia:

De pie, como era usual entre los judíos. Levanta tus brazos y ábrelos en una suplica o acción de gracias intensa, o extiéndelos en forma de cruz y únete a la intersección universal de Jesús.

De rodillas, según el estilo occidental. Une tus manos y centra tu mirada en el sagrario o en un imagen. Cierra tus ojos y podrás descubrir a Dios en ti mismo.

Sentado en una silla o en el suelo. Trata de que tu cuerpo esté tranquilo, coloca tus palmas hacia arriba. Tu postura inspirará una petición a Dios de sus dones y una entrega a su voluntad.

Postrado de rodillas con la frente en el suelo o acostado boca abajo. Te llevara a una profunda adoración; te sentirás alentado a reconocer la grandeza de Dios y a pedirle que te mide con misericordia.

Genuflexión quiere decir doblar la rodilla, y es un gesto que hacemos en el templo, y que refleja nuestra actitud de amor y respeto ante Jesús Eucaristía.

1 comentario:

Unknown dijo...

Es verdad que hay distintas formas de orar y podemos practicar la que el Espiritu nos inspire, en lo personal me encanta la de "postrado", para mi es la mas a doc entre dos seres totalmente contrarios, el uno y el Otro, como lo menciona el padre Ignacio Lañarraga en su libro "Muestrame tu rostro", en dicho libro vienen escritos y explicados ejercicios de "silenciamiento", "relajacion", fases anteriores al momento de ser uno con el Unico. ¿Alguno ha leido esta obra?